El objetivo de esta técnica es evitar infecciones urinarias y ulceraciones, así como proporcionar al paciente una sensación de bienestar y comodidad.
Se realiza siempre al final del aseo general, después de las deposiciones y cada vez que sea necesario.
Material: Guantes desechables, Toallas y cuña, Palangana con agua caliente (aproximadamente 37 °C), Empapadores,Gasas o torundas, Esponjas desechables, Jabón líquido.
Protocolo:
1. Explicarle al paciente la técnica que vamos a realizar y pedir su colaboración.
2. Lavarse las manos y ponerse los guantes.
3. Colocar al paciente en posición ginecológica de encamado si es mujer y en decúbito supino con piernas
separadas si es hombre.
4. Dejar al descubierto la zona genital, cubriendo el resto del cuerpo.
5. Colocar un empapador debajo de los glúteos y colocar la cuña.
6. Verter el agua templada sobre los genitales.
Higiene genital masculina
1. Enjabonar el pene y los testículos.
2. Si el paciente no está circuncidado, retraer el prepucio y limpiar el glande realizando movimientos
circulares desde el meato hacia fuera. Utilizar una esponja o torundas exclusivamente para ello.
3. Aclarar con abundante agua y secar suavemente. Colocar el prepucio en su posición original.
4. Si no se ha hecho la higiene general, colocar al paciente en posición decúbito lateral y proceder al
lavado y secado de la zona perianal: ano y pliegue interglúteo.
Higiene genital femenina
1. Enjabonar y lavar la zona genital en el siguiente orden: pubis, zona interna de los muslos, meato urinario,
labios menores, labios mayores, hendidura vulvar, ano y pliegue interglúteo.
2. Separar los labios mayores con una mano y con la otra lavar de arriba abajo y de dentro hacia fuera,
utilizando esponja o torundas para cada maniobra. Prestar especial atención a los pliegues que hay
entre los labios mayores y los menores.
3. Aclarar con abundante agua y secar suavemente.
4. Si no se ha hecho la higiene general, colocar a la paciente en posición decúbito lateral y proceder al
lavado y secado de la zona perianal: desde la hendidura vulvar hasta el ano y pliegue interglúteo.
Observaciones:
— Observar el flujo excesivo de los orificios perineales-genitales y la existencia de olores que nos puedan
indicar la presencia de infecciones.
— En pacientes con sondas vesicales, inspeccionar la zona de inserción de la misma, ya que la sonda
puede producir excoriaciones.
— Cambiar el agua tantas veces como sea necesario.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario