jueves, 7 de agosto de 2014

Colocación de la cuña y la botella

La cuña es un recipiente plano cuya parte anterior es muy delgada y que se ensancha por la parte posterior,
donde se sitúa el asa de sujeción.
Se usa para la micción de la mujer y la defecación, así como la higiene genital, tanto del hombre como de
la mujer.
La botella es un recipiente ovoideo con una cara plana graduada para medir su contenido y un cuello ancho,
alargado y más elevado, se emplea para la micción del hombre.

Protocolo de colocación de la cuña:

Si el paciente colabora
1. Lavarnos las manos y colocarnos los guantes.
2. Explicarle al paciente la técnica a realizar y solicitar su colaboración.
3. Proteger la cama con un empapador.
4. Pedir al paciente que flexione las piernas y, apoyando los talones en la cama, que levante las caderas. En ese momento, introducir la cuña con el mango hacia los pies hasta que el ano quede dentro del hueco de la cuña.

Si el paciente no colabora
1. La tarea la realizarán dos auxiliares de enfermería.
2. Flexionar las piernas del paciente y, con un movimiento coordinado entre los dos auxiliares, levantar la pelvis del paciente para poder introducir la cuña. O bien girar al paciente hacia un lado, colocar la cuña en la
cama, sobre el empapador, en la posición adecuada y volver al paciente sobre ella.
3. Una vez colocada la cuña, realizar las siguientes actuaciones:
— Tapar al enfermo y esperar a que termine la evacuación.
— Retirar la cuña de forma inversa a como se ha puesto y cubrirla con un empapador.
— Limpiar con papel higiénico el área genital o realizar la higiene genital según la técnica anterior.
— Retirar el empapador de debajo del paciente y, si fuera necesario, cambiar la cama.
— Observar las excretas.
— Vaciar la cuña en el retrete y limpiarla.
— Lavarnos las manos.
— Anotar las cantidades y cualquier anomalía en la gráfica

Protocolo de colocación de la botella:
1. Lavarnos las manos y colocarnos los guantes.
2. Si el paciente puede, se colocará él mismo la botella; si no es así, el auxiliar introducirá el pene en la
botella
3. Tapar al paciente con la sábana.
4. Una vez que el paciente haya finalizado la micción, ofrecerle papel higiénico para que se limpie o bien
limpiarlo.
5. Observar la orina.
6. Si se está midiendo la diuresis, anotar la cantidad de orina en una gráfica.
7. Vaciar la botella en el retrete y limpiarla.
8. Lavarse las manos.
9. Anotar las cantidades y cualquier anomalía en la gráfica.

Observaciones:
— Es importante que cada paciente tenga su propia cuña y/o botella y que estén marcadas con el número de cama para que no se confundan.
— Después de usarse, deben desinfectarse las cuñas y/o botellas con lejía y aclararlas bien antes de su  siguiente uso.
— Cuando al paciente se le da el alta, la cuña y la botella se deben esterilizar con los medios adecuados antes de que se usen con otro paciente.

Higiene genital

El objetivo de esta técnica es evitar infecciones urinarias y ulceraciones, así como proporcionar al paciente una sensación de bienestar y comodidad.
Se realiza siempre al final del aseo general, después de las deposiciones y cada vez que sea necesario.

Material: Guantes desechables, Toallas y cuña, Palangana con agua caliente (aproximadamente 37 °C), Empapadores,Gasas o torundas, Esponjas desechables, Jabón líquido.

Protocolo:
1. Explicarle al paciente la técnica que vamos a realizar y pedir su colaboración.
2. Lavarse las manos y ponerse los guantes.
3. Colocar al paciente en posición ginecológica de encamado si es mujer y en decúbito supino con piernas
separadas si es hombre.
4. Dejar al descubierto la zona genital, cubriendo el resto del cuerpo.
5. Colocar un empapador debajo de los glúteos y colocar la cuña.
6. Verter el agua templada sobre los genitales.

Higiene genital masculina
1. Enjabonar el pene y los testículos.
2. Si el paciente no está circuncidado, retraer el prepucio y limpiar el glande realizando movimientos
circulares desde el meato hacia fuera. Utilizar una esponja o torundas exclusivamente para ello.
3. Aclarar con abundante agua y secar suavemente. Colocar el prepucio en su posición original.
4. Si no se ha hecho la higiene general, colocar al paciente en posición decúbito lateral y proceder al
lavado y secado de la zona perianal: ano y pliegue interglúteo.

Higiene genital femenina
1. Enjabonar y lavar la zona genital en el siguiente orden: pubis, zona interna de los muslos, meato urinario,
labios menores, labios mayores, hendidura vulvar, ano y pliegue interglúteo.
2. Separar los labios mayores con una mano y con la otra lavar de arriba abajo y de dentro hacia fuera,
utilizando esponja o torundas para cada maniobra. Prestar especial atención a los pliegues que hay
entre los labios mayores y los menores.
3. Aclarar con abundante agua y secar suavemente.
4. Si no se ha hecho la higiene general, colocar a la paciente en posición decúbito lateral y proceder al
lavado y secado de la zona perianal: desde la hendidura vulvar hasta el ano y pliegue interglúteo.

Observaciones:
— Observar el flujo excesivo de los orificios perineales-genitales y la existencia de olores que nos puedan
indicar la presencia de infecciones.
— En pacientes con sondas vesicales, inspeccionar la zona de inserción de la misma, ya que la sonda
puede producir excoriaciones.
— Cambiar el agua tantas veces como sea necesario.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Aseo del cabello del paciente encamado.

Los pacientes encamados necesitan realizar la higiene del cabello al menos una vez a la semana para evitar la suciedad y mejorar el confort.

Material: Champú, Palangana grande, Pinza (Kocher, Pean o similar), Peine, Dos toallas, Hule o plástico, 1 o 2 jarras de agua caliente, Guantes y secador (este último es opcional).

Protocolo:
1. Explicarle al paciente lo que se le va a hacer y pedir su colaboración.
2. Lavarse las manos y ponerse los guantes.
3. Partiendo de la posición de decúbito supino, retirar la almohada y colocar al paciente en posición de Roser. Si no se puede retirar el cabecero, colocaremos al paciente en diagonal de forma que sobresalga la cabeza por un lateral de la cama.
4. Enrollar una toalla alrededor del cuello.
5. Colocar el hule o plástico debajo de la cabeza y hombros del paciente, sujetando este y la toalla con una pinza.
6. Hacer un canal con el hule hasta el recipiente o palangana para recoger el agua.
7. Proteger los ojos con la mano.
8. Mojar el cabello y aplicar champú.
9. Frotar y dar un masaje realizando movimientos circulares y suaves con las yemas de los dedos en todo el cuero cabelludo.
10. Aclarar el cabello a fondo protegiendo los ojos.Repetir dos veces la técnica.
11. Secar el cabello con una toalla, suavemente.
12. Retirar el hule con cuidado de no derramar restos de agua sobre la cama.
13. Terminar de secar el cabello con la toalla o secador.
14. Peinar y acomodar al paciente.
15. Recoger el material, registrar la técnica y anotar las posibles incidencias.


Aseo del paciente encamado

Es la técnica de aseo para los pacientes que por su estado no se pueden levantar de la cama aunque conserven su movilidad.

Material: guantes, palangana con agua caliente, esponjas desechables, toalla de baño y de cara, gasas, pijama o camisón, crema hidratante, ropa de cama, bolsa para la ropa sucia y peine.

Protocolo:
1. Explicarle al paciente que es la hora del baño y pedir su colaboración.
2. Ofrecer la cuña o la botella antes de iniciar el aseo.
3. Situar el material necesario de manera que esté a nuestro alcance.
4. Lavarse las manos y ponerse los guantes.
5. Colocar al paciente en decúbito supino.
6. Desvestir al paciente y cubrirlo con la sábana o con una toalla para preservar su intimidad.
7. Iniciar el lavado por la cara con agua sin usar jabón:
— Los ojos se lavan con una gasa húmeda, del borde interno al externo para evitar contaminar el conducto
lagrimal y usando una gasa distinta para cada ojo. (En caso de conjuntivitis, se lavara al revés, para evitar extender la infección).
— Para la higiene de los oídos, se empleará una gasa, no bastoncillos de algodón.
8. Continuar con un orden descendente: cuello, hombros, axilas, manos, tórax, abdomen, piernas y pies.
9. Colocar al paciente en decúbito lateral para el lavado y secado de la espalda. Aplicar crema hidratante
masajeando a la vez.
10. Posicionar de nuevo en decúbito supino y lavar la zona genital.
11. Enjabonar, aclarar y secar a fondo, realizando toques suaves con la toalla sin arrastrar esta por la piel.
Evitar enjabonar en exceso.
12. Al asear insistir en los espacios interdigitales, en la zona submamaria (si es mujer), en la zona umbilical
y en los pliegues inguinales.
13. Cambiar la ropa de la cama.
14. Vestir al paciente con pijama o camisón.
15. Peinarlo y dejar al paciente en una posición cómoda.

Observaciones:
— Descubrir únicamente la zona sobre la que se está actuando.
— Cambiar el agua y la esponja tantas veces como sea necesario. (Sobretodo al lavar la zona genital)
— Ofrecer al paciente la posibilidad de lavar él mismo la zona genital si puede hacerlo.
— Se pueden realizar aseos parciales de diversas zonas del cuerpo si se necesita.
— Escurrir bien la esponja para no mojar la cama innecesariamente.

martes, 5 de agosto de 2014

Técnicas de aseo general

El aseo general es el que se realiza sobre toda la superficie corporal. Debe llevarse a cabo diariamente,
generalmente por la mañana, antes del cambio de ropa de cama. Si el paciente es independiente o mínimamente dependiente, lo hará él mismo, con o sin nuestra ayuda según lo necesite. Cuando el paciente no pueda levantarse, bien por que no pueda o por que su patología lo desaconseje, se realizará en la cama,
siguiendo los protocolos siguientes.

Aseo en ducha o bañera:
Es la técnica de aseo que se usa cuando el paciente es autosuficiente o requiere ayuda mínima.

Material: alfombra antideslizante, jabón líquido adecuado, esponja desechable, toalla de baño y de cara, pijama o camisón, bata y zapatillas, crema hidratante, peine y bolsa para la ropa sucia.

Protocolo:
1. Explicarle al paciente que es la hora del baño y pedir su colaboración.
2. Preparar el material de aseo, teniendo cuidado que esté al alcance del paciente.
3. Colocar la alfombra antideslizante en el suelo.
4. Solicitarle al paciente que realice su higiene de forma habitual.
5. Incidir en la importancia de secar correctamente la piel.
6. Proporcionar crema hidratante.
7. Introducir la ropa sucia en la bolsa.
8. Recoger el material y anotar las incidencias si las hubiera.
9. Dejar al paciente en una posición cómoda en la cama o el sillón.

Observaciones:
— Si el paciente no puede realizar su higiene de forma independiente, se le prestará la ayuda necesaria para:
desvestirse, bañarse y aplicarse crema, vestirse y acomodarse.
— Vigilar las medidas de seguridad, sobre todo si el suelo está mojado.